En algún momento de nuestra vida hemos oído hablar del paraíso.
Por tradición o por información el primero que conocimos fue el de la creación del nuestro mundo y cada cual lo imaginó a su manera, pero todos tenían algo en común.....un manzano.
Al crecer buscamos sin saberlo, nuestro propio paraíso.
Unos los encuentran, otros no,.Algunos encontramos varios, los mantenemos, los desechamos.
El más imaginado es el de una playa con arena blanca y agua cristalina, en un rincón perdido del planeta.
Otro , una pradera verde entre montañas donde crecen todo tipo de flores y frutos o una llanura interminable. Otro una selva espesa con una cascada de fresca agua en medio del Amazonas.
Algunas personas encuentran su paraíso en las tiendas, en los casinos, en los bares, pero no son más que espejismos, desaparecen y nos dejan un vacío difícil de olvidar,.Cuando no, nuestra ruina.
Creímos muchas veces estar en el paraíso: cuando la alegría nos desborda, cuando la felicidad llama a nuestra puerta para quedarse largo tiempo.
.A veces escapamos, buscamos con ansias un lugar que nos sorprenda, nos sacuda, calme la inquietud de ver, de sentir, de lograr.
Otras descubrimos un sitio donde la calidez parece palparse y sentimos que nos invade como un abrazo.
Sentimos el paraíso cuando miramos los ojos de la persona amada y nos devuelve una sonrisa, cuando nuestro hijo apoya su cabeza en nuestro hombro
Creo que simplemente estamos en el paraíso cuando estamos en paz con nosotros mismos y nuestro entorno.Nuestro hogar
Mi pequeña ciudad es un paraíso, refleja lo que queremos ver, y lo que proyectamos desde nuestro interior.
Nuestro pequeño entorno es lo que somos capaces de crear y disfrutar.
Un abrazo y cuidad vuestro paraíso
Gracias por estar aquí